Aunque es un tema muy sencillo, las preguntas más frecuentes que he recibido durante mis años de trayectoria profesional giran en torno a los metales en las joyas : ¿Qué diferencia hay entre el oro y el platino? ¿El oro blanco es lo mismo que el platino? ¿Qué significa oro de 18k?
Por este motivo, me he decidido a dar respuesta a todas esas preguntas. Pero antes de empezar, vamos a analizar el tema desde el principio y, para ello, vamos a echar un vistazo a la definición que la RAE guarda para la palabra “joya”.
Como veréis, el hecho de ser una joya lleva implícito el uso de tres metales : oro, plata y platino. Estos metales fueron, son y serán, por su valor o por sus propiedades, los que hacen que una pieza pueda llamarse “joya”.
La plata (Ag) que normalmente se trabaja en España es la 925. Eso significa que de 1000 partes de la aleación, 925 son de plata pura y el resto de otros metales de bajo punto de fusión, como el zinc (Zn) y el estaño (Sn); aunque generalmente la aleación más común es la de cobre (Cu).
Uno de los problemas de las aleaciones de plata es que se oxidan muy rápido, aunque hoy día, esta característica no tiene tanta importancia. Esto es así porque actualmente ya hay una gran cantidad de productos y sistemas para la limpieza de la plata, que te aseguran un pronto regreso a su esplendor. Además, hoy en día casi toda la joyería fabricada en plata es tratada con lacas o baños que impiden su oxidación, para mantenerlos blancos y brillantes.
El oro (Au) puro es el denominado de 24k y, aunque es demasiado blando para ser usado en la joyería actual, antiguamente se usaba como principal elemento para fabricar alhajas. Para darle una dureza más apropiada y resistente, se alea con plata y/o cobre principalmente.
El oro que se emplea en joyería en España es el de 18k o de 750 milésimas. Esto quiere decir que, de cada 1000 partes de este metal, 750 son de oro puro y el resto de metales aleados, plata y cobre principalmente. Estos metales son los que, según sus proporciones, dan el color de oro más amarillo o más rosa según tengan más de uno u otro metal.
El oro blanco , también de 18k, se alea principalmente con paladio (Pd) y algo de plata. Estos metales son los responsables de darle el tono blancuzco amarillento que tiene en origen. Para darle el acabado brillante y blanco, se tiene que bañar la pieza en una solución de rodio (Rh). Esto hace que, con el uso y muy especialmente en las zonas de roce, dicho baño vaya desapareciendo con el tiempo. Sin embargo, esto no afecta a la joya, que con otro tratamiento vuelve a su color original.
Existen otros oros más “bajos” : el de 14k u oro medio, que corresponde a 585 milésimas de oro en 1000 partes (muy usado en joyería en países anglosajones) y el oro bajo o de 9k correspondiente a 375 milésimas. Lógicamente, estos oros abaratan la joya considerablemente. De hecho, en los últimos años, con motivo de la crisis, han entrado bastante en el mercado español.
Como veis, más o menos cada país tiene por tradición la utilización de “su propio oro” en su joyería. En este sentido, cabe destacar que en el mundo árabe el oro que sigue usándose más habitualmente es el de 22k, 916 milésimas, que es el más común en la fabricación de monedas. Este oro posee un tono más amarillo, más cercano al original.
El platino (Pt) es el metal más “noble” de los tres . En primer lugar, por el precio. Hace algunos años su precio era prácticamente el doble que el del oro. Sin embargo, actualmente sólo está un poco por encima de éste. En segundo lugar, porque es bastante más complicado trabajar con él, al ser menos maleable que el oro; y por consiguiente no todos los joyeros saben trabajarlo.
La ley del platino en España es de 950 milésimas . Esto implica que se trabaja prácticamente puro, aleándose 50/1000 principalmente con cobre y ocasionalmente con iridio (Ir) o Rutenio (Ru). Esta característica, junto con el hecho de que su peso específico es mayor que el del oro, hace que una joya realizada en platino cueste en hechura y metal el doble más o menos que la misma realizada en oro blanco.
Con el platino damos por finalizada esta pequeña explicación sobre los metales que se pueden encontrar en las joyas. Ahora, ya podrás adquirir tu próxima pieza sabiendo qué es lo que te dispones a comprar.
Espero que te sirva de interés. En todo caso, sabes que puedes consultarnos tus dudas aquí en un comentario o en mi página de Facebook . Estaré encantado de resolvértelas.
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